El Rey se corona en París
El Real Madrid conquista su decimocuarta Champions en una final inolvidable ante el Liverpool.
Nadie había ganado más que él -trece títulos-, pero por si acaso el Real Madrid amplió su reinado en París derrotando al Liverpool en la finalísima de la Champions League. Desde este sábado inolvidable, el equipo blanco cuenta en sus vitrinas con la decimocuarta Copa de Europa, doblando a su más inmediato perseguidor (AC Milan con siete) y dejando claro quién manda en el fútbol actual con cinco títulos en ocho años. Histórico.
Este triunfo en el Stade de France, en cualquier caso, no es más que el broche de oro a una temporada repleta de épica y noches mágicas en el Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid ha labrado su camino hacia La 14 con remontadas que quedarán para siempre en la retina del buen aficionado. Si en la fase de grupos solo la inexplicable derrota en casa ante el Sheriff (1-2) fue la mácula a una liguilla plena de victorias ante Inter (0-1 y 2-0) y Shakhtar (0-5 y 2-1), la fase decisiva dejó un camino complicado ante los mejores equipos del momento en Europa. Envites consecutivos ante PSG, Chelsea y City exigieron lo mejor del Real Madrid para llegar a París. Un camino tan tortuoso como exitoso.
Cuando el bombo deparó al todopoderoso PSG de Mbappe, Messi y Neymar en los octavos, todo el planeta fútbol anticipó lo que bien podría haber sido toda una final. Nadie defraudó en la cita. Si los franceses tuvieron contras las cuerdas al equipo de Ancelotti en París, donde un gol de Mbappe dio la ventaja en la eliminatoria a los parisinos, en la vuelta fue el Madrid quien dictó sentencia con una remontada que llegó a partir del minuto 60 y que tuvo a Benzema con su hattrick al gran protagonista. El Bernabéu no podía dejar de frotarse los ojos ante lo que había visto. Lo que no sabía el madridismo es que no era más que el principio.
Superado el duro escollo de octavos, el Real Madrid no tuvo tregua en los cuartos ante un Chelsea, campeón de Europa, dispuesto a defender el título a cualquier precio. Esta vez el equipo blanco quiso cambiar y desmarcarse de lo acontecido en la anterior eliminatoria y salió de la ida en Stamford Bridge con un rotundo 1-3 con un nuevo hattrick de Benzema. El Chelsea, sin embargo, no estaba dispuesto a entregar la cuchara y en el Bernabéu dio la vuelta al marcador poniéndose 0-3 en el minuto 75… Muchos entonces vieron el final cerca. Menos los jugadores de Ancelotti, que un arreó mandaron a la prórroga el partido con un gol de Rodrygo para terminar santenciando a los ingleses con otro tanto de Benzema. Quién sino.
Atónitos aún por lo acontecido en octavos y cuartos, lo más increíble y maravilloso estaba aún por llegar. El cruce de semifinales deparó un duelo tremendo con el City de Guardiola. Toda una prueba de fuego en la antesala de la finalísima. El primer golpe llegó del lado inglés con una victoria 4-3 en Manchester que obligó al Real Madrid a volverse a encomendar al dios de las remontadas. Esta vez el ejercicio blanco para tumbar al rival fue de funambulista. El marcador del Bernabéu lucía en el minuto 89 un 0-1 a favor del City que hizo arrojar la toalla a más de un aficionado, pero no al equipo de Ancelotti, que entró en trance cuando el árbitro casi se llevaba el silbato a la boca. Un doblete inverosímil de Rodrygo en el minuto 90 y 91 mandó el partido a la prórroga para que el infalible Benzema diera la vuelta a todo en el 96 desde el punto de penalti. Pocas veces en el deporte se ha visto una cosa semejante para delirio del madridismo y para poner al Real Madrid en el camino de una final que anoche volvió a coronarle. Nadie se lo ha merecido más que él.